8 ago 2013

La crisis es lo más

El personal puede ver el vaso medio lleno o medio vacío, incluso algunos no ven ni el vaso por mor de la crisis. Pero según el tratamiento que se dé a la más pura y objetiva realidad de las noticias, esas de los datos contrastados, el vaso está rebosando y habrá que utilizar en su lugar un barreño.

En un informativo nacional de una televisión cuyo nombre no voy a decir, pero que está entre el dos y el cuatro, anunciaron con gráficos y todo que los embotellamientos en España habían descendido en un cuarenta y tres por ciento. Mostraron imágenes de la capital medio desierta de coches, mientras la voz en off remarcaba que era un día laborable y que la ausencia de vehículos no era debido a la época estival. Para ilustrar el asunto, ofrecieron cortes de ciudadanos que decían que con los precios de los carburantes, la falta de empleo y los recortes, se veían obligados a dejar el coche parado y desplazarse caminando porque el transporte público, con las subidas de impuestos, es casi de todo menos público. Luego ofrecieron un corte de un conductor que decía que habían desaparecido las horas punta y que no había ni congestiones ni aglomeraciones a ninguna hora del día.

La voz en off, mientras se veían imágenes de calles y avenidas semi-desiertas, comentaba que la contaminación había disminuido sensiblemente, que las plantas y los árboles estaban que daba gusto verlos, que los ciudadanos notaban que respiraban mejor y que todo eso ayudaba a la salud. Y tenía razón. Los ciudadanos van a todos los sitios caminando, con lo que mejoran su organismo, además, como no les llega para comprar todos los alimentos que precisan, porque están en el paro o recortados, comen menos y adelgazan y al haber disminuido la contaminación, se encuentran mucho mejor de salud, con lo que consumen menos fármacos, a parte de los que ya no podían comprar, y su vitalidad es tal que por eso han retrasado la edad de jubilación a los sesenta y siete años, que si esto sigue así, deberían retrasarla a los ochenta y dos años.

En la misma cadena, mientras no salía de mi asombro al comprobar lo cojonuda que estaba resultando la crisis, pasaron a la información meteorológica y tras un rápido repaso de lo de aquí, comenzaron a explicarnos el tiempo en Marte, se lo prometo por ésta. Vamos a ver. Hagamos un alto y no nos amontonemos ¿El tiempo en Marte? ¿Será porque el personal, tan sano por adelgazar y andar, cambiará Benidorm por Marte?

Apagué el televisor y pensé que la crisis es lo mejor de este gobierno, pensando en las personas. Luego me entero que por el gravamen del veinte por ciento en las Loterías y Apuestas del Estado, los ciudadan@s se gastan mucho menos dinerito en La Quiniela, La Primitiva y la Lotería de Navidad y ahorran… Seguramente para comprarse sudaderas, zapatillas de deporte y trajes espaciales para ir a Marte. Y tanto han ahorrado que el presidente de Loterías y Apuestas del Estado ha presentado su dimisión. Vamos que menos mal que llegó este gobierno porque si no, todos malhumorados en embotellamientos, gordos, enfermos de la vida sedentaria y la contaminación y, lo más importante, sin saber el tiempo que hace en Marte.



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