26 dic 2012

El cartoncito


   No sé a ciencia cierta por qué los años pares, están como mejor vistos entre el personal que los impares, pero es que el entrante, además de impar es trece, por si alguien supersticioso tenía alguna duda.
   El que se va, también tuvo sus cosas buenas como…, por ejemplo…, bueno ahora no me acuerdo. Posiblemente una de las cosas buenas fue la explosión de las redes sociales y poder recibir información, aunque a veces haya que ponerlas en cuarentena, pero ha sido un gran paso para los usuarios. Según a quién sigas y quienes te sigan, puedes comentar acontecimientos de todo tipo y eso siempre está bien. Sin embargo sigue, como las Pirámides de Egipto inamovibles al paso de los tiempos, las navajitas de los farmacéuticos para cortar el cartoncito del las cajas de los medicamentos, colocarlos debajo del celo, y pegarlo en un impreso. Y esa parte del proceso no la entiendo, como tampoco entiendo otras muchas cosas, pero si tenemos un tarjeta sanitaria con todos nuestros datos, si cuando la pasan por un lector se imprimen los medicamentos de turno, luego con una lector de mano, leen el código de barras del impreso que han sacado, luego con la “pistolita” leen los códigos de cada cajita y al final, vuelve la liturgia tradicional de cortar el cartoncito y pegarlo en otro impreso. Igual que cuando de niño iba a la farmacia para lo de mi abuelo.
   Tal vez, el trece, sea el remate final del lío que llevan los médicos y los farmacéuticos, a golpe de ordenador y pistolas láser, para seguir contando el cartoncito de marras…

http://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/opinion/el-cartoncito_789076.html

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