La llegada del partido Popular fue un cierto jarro de agua tibia, que no fría, porque se veía venir. No recuerdo quién me dijo que la política, como la economía y casi todos los ámbitos de la vida, se rigepor movimientos pendulares, y el recorrido del péndulo político y social, señalaba entonces a la derecha. El personal, sobre todo los militantes y simpatizantes de esa opción, como los niños que el lunes empezaron la escuela, se compraron libretas nuevas, mochilas y carpetas con las caras de Rajoyy la lideresa y entraron con el pié -derecho- en el curso político. Pero poco a poco, se ve que el péndulo nunca se detiene, las cosas se fueron deteriorando, aparecieron sobres, los nervios estaban a flor de piel hasta que en el acelerón finalfloreció el comodín de los JJ.OO.2020. ¡Era una señal!, había que aprovechar las sinergias y las inercias para que esta vez, a la tercera, fuera la vencida. Pero no fue la vencida, fue la derrotada a la primera de cambio. El balón de oxígeno soñado porel Gobierno, se convirtió en uno lleno de Helio que le hizo decir a la Sra. de Aznar lo del vergonzosorelaxing… Aguirre y Cifuentes, de momento, han dado un paso al frente.
Y es que no se puede vender la piel del oso -y la corteza del madroño-, antes de haberlo cazado y talado.
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