Los habitantes de la Comunitat todavía estamos consternados por el anunciado cierre de RTVV. Pero una cosa es que el gobierno del PP con un presidente no electo, asuma el más difícil todavía a pelo, es decir, sin encomendarse ni a dios ni al diablo. Voces del PP valenciano dicen que el Gobierno del Estado español apoya su decisión, cosa que, a todas luces no es cierta. Unos días antes del anuncio del cerrojazo, se autoproclamó, de la misma manera, candidato a las Autonómicas del 2015. Anuncio que no solo criticaron tácitamente sino que hasta María Dolores de Cospedal en una de sus comparecencias dijo que “no era el momento de candidaturas…”.
En todos los mentideros y corrillos se habla de que RTVV, o al menos el centro de producción de Burjasot, se traspasa, se vende o se alquila a una televisión de la que sus responsables dicen que van a ser “la Sexta de la derecha” (sic). Y digo lo del centro de producción y no la sede de la Nou Radio, porque, al parecer, la SER ya está interesada por ella.
Lo que sí es seguro es que no sabremos si las carreteras estarán transitables este invierno a Fredes o a Muro. Ni si el Fadrí o el Micalet están más o menos engalanados estas navidades. Puede que al personal sólo le importe el no ver L’Alquería blanca, si es así, que la cierren. No la merecemos.
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