22 may 2013

Juncos

Hay que reconocer que el cuerpo se adapta a casi todo, un poco como los árboles o las labores tiernas. No es que seamos juncos, que por mucho que soplen los vientos arremolinados y por todas partes, nos amoldamos sin rompernos, pero casi. También es cierto que muchos que siempre habían sido “juncos”, con el paso del tiempo se tornaron rígidos y quebradizos y se quebraron al primer soplo a contrapelo. A fuerza de ser sincero, me da la impresión de que cada vez se están endureciendo más y más “los juncos” que, malamente, van quedando y los crujidos de sus quebrantos suenan cada vez más cerca.

En Castellón, aproximadamente, se crean 318 empleos diarios y de ellos la inmensa mayoría son temporales. Seguramente, en otra época, se podría discutir la posible “frugalidad” de éste tipo de contratos, pero sinceramente creo que el personal está dispuesto a firmar contratos temporales, minijobs, internos, externos y mediopensionistas por poder, en muchas más ocasiones de las que pensamos, llevar un plato de comida a la mesa. Da igual que tengas una plaza fija, que seas el mejor físico joven de Europa, que tengas una vida curricular de impresión… Desde que apareció en nuestras vidas las palabras “recorte” y “ERE”, los puestos de trabajo son, como la vida misma, impredecibles. Creo.

1 comentario:

  1. Precisamente juncos nos decía Francisco Campos, un profesor de la Universidad, que teníamos que ser si queríamos conseguir algo de lo que nos proponíamos sin perder la cabeza por ello. Y, al menos a los recién licenciados (o graduados) no nos queda otra, la verdad.

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