12 jun 2013

Las Catedrales de los Sentidos

Los mercados son una de mis debilidades. En los mercados inevitablemente, a pesar de que al final siempre suelo comprar en los mismos puestos, sigo siempre tres pasos que sea el mercado que sea, son inevitables: 1. Potente paseo por todos los puestos disfrutando de la exuberancia, la exquisita presentación de sus productos y la inigualable presencia y simpatía de sus vendedoras. 2. Una vez concluido el rececho, imprescindible visita, en el caso del Mercado Central de Castellón al Bar Mercado, para cascarse un delirio gastronómico, siempre cambiante y a cada cual más estupendo, que prepara el propietario con el mismo mimo que me preparaban los bocadillos para ir a la escuela y 3. Proceso de compra en se y per se. También es cierto que en Moncofa, que va a estrenar un flamante Mercado Municipal nuevo, existen tiendas espectaculares que, sin menospreciar a ninguna y utilizando lo de que, para gustos colores y para escoger las flores, estoy prendado de la tienda de Paqui y Meneno que, aunque el otro día se confundió -Paqui- y me dijo que la sandía estaba a 95 € el Kg (tengo una señora de testigo) y casi me da un ataque, da gusto entrar, charrar y comprar. Lo único que Meneno, para un comercio de alimentación, me paraba un poco. Pero en cuánto te filetea una pechuga de pollo o te trocea un conejo para torrar, se te olvida. Al menos a mí.

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