5 jun 2013

El día mundial del medio ambiente

La contaminación está desbocada, y además de por los vertidos, por las emisiones de todo tipo de sustancias, por la falta de concienciación para reciclar, faltaba la contaminación acústica y lumínica. Los niveles de ruido en las zonas urbanas son demoledores y las farolas, que alumbran más a los vecinos del 1º que a la calzada, también son dignas de mención.

Un buen amigo, desde que pusieron ese tipo de farolas, nos invitaba a su casa a cenar pescado y podíamos tomarlo, libre de espinas, sin encender ni una sola luz de su casa gracias a la generosidad del alumbrado público. La faena era en verano, que si abría las ventanas, además de tener que ir por la noche con gafas de sol por su casa y antifaz para dormir, los entomólogos de varias universidades tomaron su casa como campamento base de experimentaciones y catalogación de nuevas especies.

Y, para rematar, quiero dedicar una mención especial a los descerebrados que llevan la música del coche con el volumen ajustado para no poder mantener una conversación en los áticos ni con las ventanas cerradas. Si los agentes de la autoridad competente, controlan y sancionan el ruido de los escapes y locales, ¿por qué no hacen lo mismo con los contaminadores acústicos ambulantes?. Más ahora que empieza a dar gustito estar con las ventanas abiertas.

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